Conoce los derechos del inquilino en España: desde el acceso a una vivienda digna hasta las regulaciones del alquiler.
Cada país tiene sus propias normativas. Conocer tus derechos como inquilino o inquilina en España es clave para evitar que firmes un contrato de alquiler como si tuvieras los ojos vendados. En este artículo te explicamos cuáles son tus derechos como inquilino según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y todo lo que deberías tener en cuenta al mudarte a un piso en España.
Antes de instalarte en tu nuevo hogar en España, es importante que conozcas tus derechos como inquilino, que incluyen:
¿Te vas a vivir a otro barrio? No hay problema, no estás atado a tu vivienda para siempre.
De acuerdo con la normativa actual establecida en el artículo 11 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), puedes poner fin a tu contrato de alquiler:
Normalmente, los propietarios incluyen una cláusula en la que piden un mes de alquiler por cada año de contrato restante. Si tu contrato es inferior a un año, es posible que tengas que pagar un alquiler proporcional al tiempo restante. Si no hay cláusula, no tienes que pagar ninguna indemnización por rescindir el contrato antes de tiempo.
Puedes rescindir el contrato de alquiler antes de los 6 meses si hay una cláusula al respecto. También puedes rescindir el contrato antes de tiempo y sin plazo de preaviso si el casero:
De acuerdo con lo estipulado en el artículo 10 de la LAU, los inquilinos pueden negociar tanto el importe del alquiler como el período de vigencia del contrato antes de su firma. Aunque la ley establece una duración mínima de cinco años para los contratos de alquiler, esta condición puede ser modificada según el acuerdo entre el inquilino y el propietario.
Existen 2 tipos de contratos de alquiler, en función de su duración:
Contrato de alquiler de temporada: El contrato de alquiler de temporada no tiene una duración mínima o máxima. Este tipo de contrato no es prorrogable y tendrás que desalojar la vivienda una vez finalizado el período estipulado en el contrato.
Contrato de alquiler de larga duración: Se considera que un contrato de alquiler es de larga duración cuando el período de alquiler es de al menos un año. Normalmente, este tipo de contratos suelen tener una duración mínima de 12 meses y el propietario debe dar la opción a prórroga.
El plazo máximo hasta el que se puede prorrogar el contrato depende de si el propietario es una empresa o no. La prórroga puede ser de:
Independientemente del tipo de propietario, hay 2 momentos clave a lo largo del contrato de alquiler de larga duración: después del primer año y al final del período máximo permitido.
El inquilino tiene la posibilidad de extender/prorrogar el contrato de alquiler automáticamente por un período adicional de tres años al llegar el vencimiento del contrato inicial, a menos que el inquilino notifique su deseo de no renovarlo.
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Como inquilino, también tendrás derecho a solicitar al propietario que realice todas las reparaciones necesarias para mantener la vivienda en las condiciones de habitabilidad adecuadas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el propietario no será responsable de los daños causados por el uso cotidiano de la vivienda ni de los daños provocados por un uso inadecuado.
Los inquilinos tienen el derecho de adquisición preferente de la vivienda. Esto implica que tendrás prioridad para comprar la vivienda si el propietario decide ponerla en venta. No obstante, es importante destacar que existe la posibilidad de que esta norma sea excluida mediante acuerdo en el contrato de alquiler.
Antes de que te mudes, el propietario tiene derecho a pedirte una fianza. El importe de la fianza está legalmente limitado a un máximo de un mes de alquiler. Sin embargo, los caseros pueden pedir una cantidad mayor en función del riesgo asociado a tu perfil de inquilino. Al final de los 5 años de alquiler, el propietario puede ajustar el importe de la fianza para reflejar su valor si decidís renovar el contrato.
Ten cuidado: En España, los caseros suelen pedir a sus inquilinos que paguen la fianza en efectivo. Insiste en pagar la fianza por transferencia bancaria. Así tendrás un justificante del pago por escrito.
Aquí están las buenas noticias: Según la LAU, los propietarios deben declarar la fianza a una autoridad administrativa de la comunidad autónoma correspondiente para que pueda ser protegida. Muchos propietarios no lo saben. Si tu casero no menciona el registro, dile que registre allí tu fianza.
Cuando dejes la vivienda en buenas condiciones y no queden pagos pendientes, tendrás el derecho a recuperar tu fianza en el plazo de un mes desde que hayas dejado el piso.
El inquilino tiene el derecho a realizar modificaciones en la vivienda para adaptarla a necesidades por discapacidad. Sin embargo, antes de hacerlo, debe informar al propietario si él, su cónyuge, u otros residentes permanentes tienen alguna discapacidad o son mayores de 70 años. Estas adaptaciones no pueden afectar a las áreas comunes del edificio ni a la seguridad del inmueble. Al finalizar el contrato, el inquilino deberá devolver la vivienda a su estado original si así lo solicita el propietario.
Los inquilinos que residen en viviendas con contratos de alquiler registrados en el Registro de la Propiedad, y que ocupan estas viviendas junto con sus cónyuges no separados legalmente o de hecho, o sus hijos dependientes, conservan el derecho de permanecer en la propiedad bajo las mismas condiciones y obligaciones del contrato de alquiler, incluso si cambia el propietario.
Recuerda que una vez que comience el contrato de alquiler, el propietario no puede entrar en la vivienda sin tu permiso. Según lo establecido en la Constitución, la inviolabilidad del domicilio es un derecho protegido. Si el propietario entra en la vivienda, puedes denunciar esta acción como una violación a tu privacidad.
Los inquilinos tienen derecho a proponer mejoras en la vivienda y negociar una posible reducción del precio del alquiler como contrapartida. Para formalizar este acuerdo, es necesario que ambas partes lo documenten por escrito. Es importante destacar que las mejoras realizadas no pueden afectar negativamente a la seguridad y estabilidad de la vivienda ni del edificio.
Es esencial entender los derechos del inquilino para poder alquilar una vivienda de forma tranquila y segura. Te recomendamos que pidas un contrato de alquiler por escrito a tu futuro propietario para evitar malentendidos.
En caso de disputa, es recomendable buscar asesoramiento legal especializado en derecho inmobiliario. Una vez estés informado sobre tus derechos como inquilino, podrás empezar tu búsqueda de alquileres en España para encontrar tu nuevo hogar.
Este artículo solo tiene fines informativos.
Para mayor seguridad, consulta con un abogado especializado o con las autoridades competentes.
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